Mario García Ordoñez

Nació en Asturias. Volvió a España en 1997.

Nací en la principal cuenca minera de Asturias. Aquí se ha extraído carbón desde hace más de cien años y también está la fábrica de aspirinas más grande de Bayer. ¿Quién fue el responsable de conservar en los niños llegados a la URSS el amor por su tierra, por España? Por supuesto que en primer lugar fue gracias a las personas que nos acompañaban. Había un grupo de profesores españoles que se quedaron con nosotros mucho tiempo. Y también eso coincidía con las ideas y acciones de los ciudadanos soviéticos que comprendían que los niños españoles volveríamos a nuestra tierra en un futuro. Y así fue.

Mario García Ordoñez

Nació en Asturias. Volvió a España en 1997.

Nací en la principal cuenca minera de Asturias. Aquí se ha extraído carbón desde hace más de cien años y también está la fábrica de aspirinas más grande de Bayer. ¿Quién fue el responsable de conservar en los niños llegados a la URSS el amor por su tierra, por España? Por supuesto que en primer lugar fue gracias a las personas que nos acompañaban. Había un grupo de profesores españoles que se quedaron con nosotros mucho tiempo. Y también eso coincidía con las ideas y acciones de los ciudadanos soviéticos que comprendían que los niños españoles volveríamos a nuestra tierra en un futuro. Y así fue.

Algunos obtuvieron educación superior, otros se convirtieron en trabajadores cualificados. Yo acabé el Instituto de Arquitectura de Moscú, soy arquitecto de profesión, trabajé 36 años en la Unión Soviética. Remodelé por completo la casa-internado internacional de Ivanovo, que era muy conocido en los tiempos soviéticos. Cuando me encargaron este proyecto había gente de 22 nacionalidades allí. Entre ellos había algunos españoles que quedaban de las casas de acogida desmanteladas. Allí, por poner un ejemplo, estudió la hija de Mao Zedong.
Aquí fue más complicado, por supuesto, no aceptaban nuestros diplomas. A uno de nuestros colegas solo le reconocieron su título cuando se jubiló. De todas formas ahora esos diplomas ya no tienen validez.
Yo volví aquí en 1997 y mis amigos españoles me convencieron de que me homologara el título. Lo envié con todos los criterios requeridos pero lo denegaron.
Yo volví aquí en 1997 y mis amigos españoles me convencieron de que me homologara el título. Lo envié con todos los criterios requeridos pero lo denegaron.
Las titulaciones soviéticas son muy difíciles de certificar y no es porque no los quieran sino porque existe una norma según la que cada país previene un exceso de especialistas. Hace 20 años comenzó a venir una gran cantidad de especialistas de América Latina. Todos tenían diplomas pero muchos eran falsos. Por eso se volvieron aún más estrictos con esto.
Nos reunimos el 9 de mayo, el 8 de marzo, el 7 de noviembre, nos mantenemos en contacto pero nos relacionamos más con personas de nuestra edad. Antes mi mujer y yo nos íbamos a pasear a la playa de San Lorenzo, solían ir allí cada día los que volvieron en la década de los 50. Son más mayores que yo, recuerdo a algunos de ellos pero de forma muy superficial. Mis hijos viven en Rusia y por eso por supuesto que hablan en ruso, pero también en español.
Entrevistas © Anna Grave
Fotos © Mikhail Platonov