Conchita Ruiz Toribios

Nació en Asturias. Volvió a España en 1999.

Desde nuestra llegada a la Unión Soviética nos inculcaron que éramos españoles, que estábamos unidos, que amábamos nuestra tierra y que queríamos volver. Así nos educaron. Nuestro objetivo era ser españoles y en eso nos habéis ayudado vosotros, la Unión Soviética. Nos enseñaron a bailar bailes españoles, a cantar canciones españolas, teníamos muchos coros y actividades enfocadas a que fuéramos españoles. ¡Por eso nunca nos hemos olvidado de ello, somos una piña!

Conchita Ruiz Toribios

Nació en Asturias. Volvió a España en 1999.

Desde nuestra llegada a la Unión Soviética nos inculcaron que éramos españoles, que estábamos unidos, que amábamos nuestra tierra y que queríamos volver. Así nos educaron. Nuestro objetivo era ser españoles y en eso nos habéis ayudado vosotros, la Unión Soviética. Nos enseñaron a bailar bailes españoles, a cantar canciones españolas, teníamos muchos coros y actividades enfocadas a que fuéramos españoles. ¡Por eso nunca nos hemos olvidado de ello, somos una piña!

En 1961 me fui a trabajar a Cuba y volví aquí a España en 1998. Me gustaba vivir en Cuba por el clima, la lengua española, además allí necesitaban especialistas. El partido comunista de Cuba invitó a un grupo de especialistas que hablábamos en español. Nos enviaban a través de la Cruz Roja. En el primer grupo éramos 24 especialistas, hombres y mujeres con sus hijos. Había médicos, economistas e ingenieros.
Yo trabajaba para el Ministerio de la Industria. Trabajábamos en una 5ª planta, en el sector de los ingenieros y por delante de nosotros siempre pasaba Che Guevara. Solía hablar con nosotros, nos preguntaba acerca de nuestro trabajo y nuestras vidas. Cuando supo que nos marchamos de España en 1937 y desde entonces no habíamos visto a nuestros padres nos preguntó "¿Cómo es eso posible?". Le dijimos que a nuestros padres no les dejaban venir y nosotros no podíamos ir a verles. "¿Y ahora qué os lo impide?".
De alguna forma hizo todo lo posible para que nuestros padres pudieran venir a vernos. Así en 1964 mis padres vinieron a Cuba y se quedaron 4 meses. Fue algo muy emotivo, muy bonito.
De alguna forma hizo todo lo posible para que nuestros padres pudieran venir a vernos. Así en 1964 mis padres vinieron a Cuba y se quedaron 4 meses. Fue algo muy emotivo, muy bonito.
Mi hermana mayor y la menos ya habían ido a España y habían podido ver a nuestros padres, pero para mi hermana Araceli y para mí fue la primera vez que los veíamos en 30 años. Che Guevara era una persona muy humana y noble.
Nuestra vida era dura pero al mismo tiempo creo que era interesante y enriquecedora. Pasábamos mucha hambre y dificultades, estábamos solos. Cuando en el instituto llegaban las vacaciones todos se iban a ver a sus familiares, pero nosotros nos quedábamos en el koljós, a recoger patatas. Pero siempre fuimos felices. Es extraño pero es así.
Entrevistas © Anna Grave
Fotos © Mikhail Platonov