Pero cuando viene a España no tenía nada que hacer. Tenía un apartamento y parecía que no me faltaba de nada. Pero soy un jubilado, nadie me daría trabajo aquí. Allí tenía un trabajo, una casa en el pueblo y un coche con garaje, tenía de qué ocuparme. No podía arreglar el coche en un taller, tenía que hacerlo con mis propias manos. A veces tenías que fabricar tú las piezas. Tenía suerte de que todos me conocieran en la fábrica, les llevaba una pieza y me soldaban o me tallaban una nueva. Allí estaba ocupado en algo siempre, por así decirlo, pero aquí no tengo ocupación.