... Lloraba triste de noche
sin ver las hermosas palmeras ni el mar de Artek.
Miraba la foto en el marco negro,
de su madre el retrato cálido y familiar.
En español "mamá" decía, pero ella ya no estaba viva.
El cielo era claro, los barcos surcaban el mar,
los fascistas en el pueblo entraron y con las ametralladoras todo hicieron quemar.
Un rayo negro derribó su casa, sin madre, ¿dónde irás?
Pero el bueno de Stalin le llamó diciendo: ven y vive acá.
Un barco con bandera de rallas a niños de España nos trajo
para que viva en Artek, bajo el monte Ayu-Dag, feliz el niño moreno
Ya se acostumbró y es nuestro amigo, dejó de mirarnos como una fierecilla
Ya llora menos por su mamá y canta canciones para los niños.
Una mañana tomando el sol en la arena tumbados en los guijarros
Vino corriendo la encargada con un telegrama en la mano.
El telegrama, como blanca paloma, volverá volando .
Pedro se levantó orgulloso y moreno, de sus amigos rodeado
En sus manos tembló el telegrama, las palabras cobraron vida
Pedro grito: ¡Es mi mamá! ¡Mi madre está viva!